En el siglo pasado las visitas de “Palito” Ortega a la provincia eran símbolos de alegría, de fervor y de pasión. El ídolo llenaba el aeropuerto, que estaba cubierto de simpatizantes. Luego, los recitales -los sitios donde el cantante hacía sus shows- siempre estaban desbordados. Después vino la política en la que Ramón Ortega cumplió su sueño de sentarse en el sillón de Lucas Córdoba. Entre las cajas de fotos que resumen la historia de Ortega, Jorge Olmos Sgrosso rescató del archivo de LA GACETA esta imagen que ilustra la sección donde el luleño aparece cantando en Banda del Río Salí, en 1972, con su típico estilo con el que rendía homenaje a Elvis Presley. Como siempre en estas fotos que hablan desde el pasado, los segundos planos suelen llamar mucho la atención. Los músicos y sus vestimentas, así como los cables, los banderines y el tacho de iluminación son testimonio de aquellos tiempos.

Recuerdos fotográficos: Un edificio que dio que hablar